12.03.2009

ESCONDIDA EN BÉLGICA (si te lo lees entero serás mi héroe)

La semana pasada tuve la oportunidad de visitar un país que la gente no suele tener al principio de su lista cuando de países turísticos se trata, aunque os aseguro que Bélgica es mucho más que Brujas y os prometo que Bruselas es mucho más que el centro de la política europea. Sí, Bélgica fue mi destino de cuatro días. Allí terminé las vacaciones que me quedaban hasta navidad.

Y si tenéis alguna curiosidad sobre qué visitar, precios, transportes, etc, os invito a seguir leyendo, quién sabe, quizás os sirva de ayuda para organizar vuestra escapada belga.

DÍA 1. 26 DE NOVIEMBRE DEL 2009. Son las 4:30h y suena la alarma de mi móvil, es hora de levantarse e ir al aeropuerto de L'Altet (Alicante), que está a unos veinte minutos de Elche. A nosotros nos llevaron, pero el taxi cuesta 25 eurazos (más que el avión oigan).

Como mi novio y yo somos de querer viajar mucho y gastar poco, decidimos no facturar maleta e ir sólo con el equipaje de mano, que con ryanair supone llevar un único bulto (en mi caso una pequeña maleta de ruedas que cuando se rompa me dará mucha pena, pues me ha acompañado ya a varios viajes interesantes). En verano es fácil llevar en una maleta la ropa de una semana (en París lo hicimos así y ningún problema), pero en invierno el asunto se complica porque los de zonas cálidas somos un poco exagerados y nos llevamos mil jerseis. Yo me mentalicé y sólo metí una camiseta fina de manga larga para cada día y dos jerseis más gorditos (pero nada de esos que pesan cinco kilos!), unos vaqueros y la ropa interior.

En cuanto a los líquidos ya sabéis que no se puede viajar en cabina con envases grandes, de modo que en un neceser de plástico transparente poned lo justo y usad los amenities de los hoteles, que para algo están (desde que viajo sólo con lo justo se me ha pasado la manía de llevármelos de recuerdo).

Y con esto, el abrigo en la mano y el bolso dentro de la maleta, embarcamos y a volaaar.

En cuestión de dos horas aterrizamos en el aeropuerto de Charleroi, que desde la primera vez que fui ha cambiado bastante (a mejor). Es un aeropuerto pequeño y todo está bastante bien indicado, de modo que no tenemos ningún problema para llegar a las taquillas donde comprar el billete "aller-retur" (ida y vuelta) que nos lleva hasta la estación sur de Bruselas (Estación de Midi). El billete ida y vuelta cuesta 22 euros y se tarda casi una hora en cada trayecto, se coge nada más salir del aeropuerto a la derecha.

Todo esto que os cuento es lo que tiene viajar con una lowcost: te dejará lejos de tu destino, los asientos no serán numerados, el avión será pequeño y estrecho, se hará cola para subir y escucharás a los asistentes de vuelo intentar vender cupones, colonias, comida... pero es barato, así que si alguien no quiere viajar así será mejor que vuele con Iberia... digo esto porque constantemente me encuentro gente en la cola del avión que se enfada, critica y se desespera quejándose, incluso en la vuelta escuché a una niña que le decía a su madre:

- mamá, por qué esa gente sube antes? (refiriéndose a los que han pagado la tasa Priority -unos 9 euros por embarcar los primeros-)
Y su madre le decía: - suben antes porque son belgas (toooooma respuesta!! joder, belgas? no! porque han pagado más que tú!!)

En fin, a lo que iba, al llegar a la estación de Midi en Bruselas cogimos un tren desde allí hasta Brujas. Atentos con los trenes para ir a Brujas, que son un poco liosos, pedid al colega de la taquilla que os indique el nombre exacto del tren. Aquí nos pasó algo curioso y es que estando en la estación no encontrábamos ningún punto de información ni de venta, nos cruzamos con otra pareja que iba igual o más perdida que nosotros y vimos que éramos españoles así que imaginad: "hola! españoles! (amigos de toa la vida) vamos a perdernos juntos!" y llegamos a la zona de venta de billetes, cada pareja se coloca en una cola y a nosotros nos dicen, en perfecto inglés, que tenemos que ir al andén número 15. Tonta de mí digo: "hombre, ya que hemos llegado hasta aquí juntos, pues los esperamos y ya hacemos el trayecto con ellos (hasta el andén, eh? que paso de acoples desconocidos por muy españoles que sean... en este caso) y los esperamos, entonces la chavala dice que a ella le han dicho que hay que ir al andén 14 (jejeje... a ver mona, aquí quién habla bien inglés? ah, vale, tú, que tienes el título aquí... ok) total, que le hacemos caso y allá que nos vamos.

Pasa un tren.

Pasan dos.

Pasan tres trenes y el novio de la chavala dice: "es este, nos subimos a este". Pero qué quieres que te diga, yo no soy mucho de ir subiendo a trenes que no sé dónde van... más que nada porque hay que pagar el billete si te equivocas... así que mi novio y yo optamos por decir que no, que nosotros nos esperamos y ellos... hacen lo mismo.

Pasa un tren... uy, parece que los españoles se están separando de nosotros... cada vez están más lejos... y murmuran... y nos miran... y murmuran de nuevo.

Pasa otro tren... están mosqueados porque dicen que era el tren al que no hemos subido...

Bajamos a ver el panel y.... ¡¡¡¡¡¡andén 15!!!!! juas, juas, juas... ellos siguen cabezotas con el 14... y nosotros nos vamos al andén correcto pensando que nunca jamás hay que fiarse de alguien que va tan perdido como tú. Poco después los vemos subir al mismo tren de andén 15.

Al final subimos al primer tren que llega con nombre Knocke- Blanderberger (esto último no hagáis caso, que no me acuerdo del nombre correcto, pero sonaba así, eh?) y en cuestión de una hora estamos en Brujas tras haber pasado Gante. Por cierto a la pareja esa nos la cruzamos por la calle al día siguiente y todos nos hicimos los locos... bueno, ellos se quedaron embobados y concentrados mirando a un tío con una trompeta y a mi me entró la risa floja.

El tren a Brujas desde Bruselas sólo realiza una parada, en Genk o Gent (depende del idioma que prefieras para decir Gante) y la ida y vuelta entre semana cuesta unos 26 euros más o menos, si vas en fin de semana y vuelves el mismo día sólo pagas 9 euros.

Desde la estación de Brujas al Bed and Breakfast (B&B) que teníamos reservado tardamos unos 15 minutos andando (excepto a la vuelta, que Santi "innovó" en la ruta y tardamos casi el doble) y no se hace largo porque, desde que cruzas la avenida de la estación, parece que has entrado en una ciudad de cuento.

El B&B en el que nos alojamos se llama DEN WITTEN LEEUW (el león blanco) y os aseguro que es un sitio precioso, tranquilo, incomparable... La dueña, Anne, es muy amable y atenta, pero en ningún momento nos sentimos agobiados ni observados. Os explico cómo fue el tema: llegamos al B&B a la hora que le habíamos indicado y nos costó un poco identificar el sitio, porque es una puerta normal sin rótulo ni nada que recuerde un hostal o un hotel. Miramos el número y había una pequeña pegatina en la ventana, de modo que decidimos tocar al timbre. Anne nos abrió la puerta y nos habló en un perfecto inglés (que conste que entendí en todo momento lo que decía... otro tema era que yo hablara, pero sé mover la cabeza y las palabras básicas: OK, perfect, yes, no... jejej). Nos enseñó la casa y nos dijo que ella vivía allí con sus hijos, de modo que para los huéspedes tiene reservadas unas zonas y su casa empieza a partir de una puerta de cristal preciosa que entra la salón (por supuesto tiene entrada privada en otra parte de la enorme casa).

Las zonas comunes eran: un salón de desayunos con tres mesas (sólo hay tres habitaciones en el B&B), un salón con chimenea y dos sofás, un porche acristalado con más sofás, estatuas tipo indú, un tragaluz en el techo y en el suelo un viejo pozo tapado con cristal de seguridad para poder pisar encima. De ese porche se pasa al jardín con zona de fumadores y piscina.. todo muy de casa privada, no os imaginéis piscinas de hoteles ni nada así, esto era muy familiar e íntimo.

Tras enseñarnos la casa nos sentamos en el salón y nos estuvo explicando por dónde podíamos pasear, cuáles eran las calles comerciales, los rincones más bonitos de Brujas... un detalle, porque hasta nos dio una guía de la ciudad en español.

Después subió nuestras maletas a la habitación y se aseguró de que nos gustaba y estábamos cómodos. Nos dio las llaves de la puerta principal y la de la habitación, nos preguntó a qué hora queríamos desayunar y se fue.

La habitación era una cucada y muy grande, era un primer piso con dos grandes ventanales con vistas al jardín de la piscina, una cama gigantesca (realmente eran dos camas juntas, pero les había puesto algo en el centro para unirlas y que no nos coláramos), un armario rústico enorme, dos sillones, un aparador con un hervidor de agua y muchos tipos de infusiones... y todos los días nos entraba una botella de agua nueva. El baño también era un lujazo, con dos lavabos, una ventana igual de grande que las de la habitación, una bañera enorme... y las toallas olían de maravilla, esa mujer no debe ganar para suavizante.

En fin, que si vais a Brujas, mirad los precios de este B&B porque nosotros dimos con una oferta interesante, si tenemos en cuenta los precios abusivos de los hoteles en esta ciudad.

Después de dejar las maletas nos cogimos la guía y salimos a perdernos por Brujas y digo perdernos porque perderse es lo mejor que se puede hacer en esta ciudad, así se descubren los mejores rincones.

Como era hora de comer (quizás un poco más tarde porque allí se come entre las 12:30 y las 13:00 más o menos) lo primero que hicimos fue entrar en un restaurante y zamparnos una sopa buenísima de verduras y un estofado de ternera típico de allí (no sé muy bien qué llevaba, pero era de color oscuro, más bien espeso y llevaba ciruelas mezcladas). Con las pilas repuestas nos dirigimos al Markt, la plaza principal de Brujas, donde podemos ver el Belfort, un campanario imponente que seguro os suena si habéis visto la peli "escondidos en Brujas" y de allí fuimos al Burg, la plaza del Ayuntamiento y donde, en un rincón, está la Basílica de la Santa Sangre, una iglesia que por fuera es un poco siniestra debido a lo pequeña que es su fachada, lo recargada que está y la piedra oscura con la que la construyeron. Nosotros no pudimos entrar porque entre semana tienen un horario muy delimitado y corto y siempre se nos pasaba, pero dice que en el interior se puede ver una de las reliquias mas importantes de la Iglesia Católica: unas gotas de la sangre de Cristo (a saber...).

A las cuatro o las cinco empieza a caer la tarde y el frío se nota en nuestros bodies, de modo que decidimos entrar a un café de la plaza Markt con vistas al Belfort y tomar algo caliente (un glüweinn -vino caliente- y un capuccino por los que nos sablan unos 8 eurazos).

Tras el descanso en el café con chimenea, optamos por seguir callejeando, esta ciudad no tiene desperdicio, cada rincón es una foto y al final todo se parece, no sabes si ya has pasado por esa plaza o era otra parecida, pero de todos modos te gusta mirar los techos de las casas, las ventanas de las boardillas y el olor a leña.

Entre unas cosas y otras se fue haciendo de noche, ya eran las seis de la tarde y la gente empezaba a buscar dónde cenar, los establecimientos empezaban a cerrar y nosotros ya nos habíamos recorrido los tres mercadillos navideños que había en el Markt, en Simon Stevin Plein y en la plaza de justo delante de nuestro B&B, Walplein.

Brujas es mucho más activa los fines de semana, ya que los turistas suelen ir esos días, mientras que en verano es imposible hacer una foto sin que salga gente,porque es un destino muy querido entre los centroeuropeos. Nosotros tuvimos la oportunidad de ver la Brujas más auténtica quizás. Pasear por calles desiertas escuchando el eco de nuestros propios pasos y ver las ventanas iluminadas con la gente dentro de sus casas es algo difícil de olvidar... igual que la frustración de querer tomarte una cerveza a las siete y que te digan que van a cerrar!!. Brujas es el destino perfecto para dos días en invierno.

Con las calles vacías y tras entrar en la Fnac de turno para comprar un cd de un grupo belga que conocíamos, dimos con un pub irlandés muy cerca del Burg, que aún estaba abierto. Nos tomamos media pinta de guinnes (santi probó una cerveza que a mi no me gustó demasiado, sabía a sidra malteada), hicimos un poco de hambre y fuimos a cenar al mercado navideño del Markt, donde nos comimos una türinger mientras mirábamos a una niña belga patinar en la pista de hielo instalada en la misma plaza. Decir también que poco después llegaron un par de tios muy graciosos que no sabían patinar, uno de ellos iba en plan tanque arrasando con lo que pillaba por delante y chocando contra las barreras porque no sabía frenar,mientras que el segundo se quedaba detenido en el centro de la pista dando vueltas sobre sí mismo por inercia y sin saber avanzar... sí eran españoles y sí, sus novias se descojonaban mientras la niña belga hacía piruetas al rededor de los machos ibéricos sobre hielo.

Finalmente y destrozados por el viaje y las caminatas del día decidimos ir al B&B a darnos una merecida ducha caliente y dormir como troncos hasta el día siguiente.

DÍA 2. Son las ocho y media, el sol entra a través de las cortinas, que por muy gruesas que sean siempre dejan pasar la luz por alguna ranura... estos centroeuropeos que no saben lo que son las persianas... no importa, porque ayer le dijimos a Anne que desayunaríamos a las nueve, de modo que nos preparamos y bajamos al salón de desayunos.

Nada más entrar nos llama la atención que el resto de huéspedes son gente bastante mayor... lo cierto es que yo estoy más cómoda con ellos, porque no siente ninguna curiosidad por nosotros y, mientras seamos correctos, no van a acordarse ni de nuestra cara, mientras que en un hostal de backpackers siempre suele haber gente "simpática" y a mi la gente "simpática" me da un poco de grima cuando viajo... prefiero ir a mi aire.

El desayuno es una maravilla, café muy bueno, pan de diferentes tipos (los dos días comí uno con pasas que era una delicia), jamón york, queso, jamón serrano, cruasanes, fruta, yogurt con frutas cortadas por la propia Anne... y lo mejor es que cuando estabas en la mesa, Anne te traía una jarra con zumo de naranja recién exprimido y te preguntaba si querías huevos revueltos o tortilla (nosotros no pedimos nunca, porque ya teníamos suficiente con las mantequillas y las mermeladas, como para añadir un nuevo elemento a nuestro desayuno).

Tras el atracón (nunca mejor dicho) caminamos hacia el Begijnohf, una especie de claustro que abre sus puertas al amanecer y cierra cuando se hace de noche. En ese momento no entramos (lo haríamos por la tarde), pero es un sitio muy tranquilo y silencioso cercano al Minnewaterpark, que es donde nos fuimos directos. El Minnewater es el llamado "lago del amor" (qué cursi, eh?) y las fotos que se pueden hacer desde el puente son impresionantes, parecen postales y si el día es bueno, como nos sucedió a nosotros, el cielo parece sacado de un cuadro flamenco (nunca mejor dicho).

Atravesamos el Minnewater y nos dirigimos al Belfort, como el día está claro queremos subir a lo alto. Tras pagar 8 euros y subir los 366 escalones, los cuales se van haciendo más y más estrechos conforme se asciende, pudimos contemplar la enorme campana y el mecanismo con el que se componen las melodías que suenan desde la torre.

Bajamos del Belfort y empieza a nublarse, pero nada puede romper la magia que hay en Brujas. Es viernes y hay algo más de gente que ayer, pero aún así los turistas no resultamos un incordio y podemos mezclarnos con la gente del lugar. Anne nos ha dicho que podemos llegar hasta unos molinos que hay al norte de la ciudad (creo que eso es el norte...) si caminamos una media hora, de modo que allá vamos... callejeamos, cruzamos varios canales (ahora sé porqué Brujas es conocida también como la Venecia del norte) y seguimos por el paseo Langerei, donde entramos a un Carrefour express a comprar cuchillas de afeitar (sí, Santi quiere ir mono... como los belgas son tal altos y hay algunos tan guapos parece que se siente demasiado "españolo"... jejeje...a mi me pasa lo mismo). En el Carrefour nos encontramos con unos chavales que están comprando vodka y redbull, por lo que entendemos van a hacer botellón en algún sitio... ¡vaya horario! ¡sólo son las 12! aunque si pensamos que se encierran en casa a partir de las 6 o las 7... no me extraña que beban!!!! (es broma, eh? supongo que tienen ocio igual que nosotros, pero es evidente que ahora comprendo un poco mejor porqué se vuelven tan locos cuando vienen a España).

Media hora después y tras pasar por delante de la iglesia de San Gil me doy cuenta de que nos hemos pasado los molinos y tenemos que retroceder, pero empieza a llover y llover y llover... ummmm... parece que tardará en parar... de modo que nos metemos en la primera cafetería que pillamos y nos tomamos un té (o una cerveza como quien dice), cuando estamos secos, entramos en calor y deja de diluviar salimos a la calle y ya no tenemos ganas de ver los molinos. Es hora de comer y nuestro estómago se ha acostumbrado muy pronto al nuevo horario, así que ya los veremos cuando volvamos (porque algún día volveremos en verano para comparar ambientes).

Justo detrás del Markt hay una pequeña plaza donde desemboca Geldmuntstr, sitio donde comimos por el mismo precio que el día anterior (unos 20 euros), aunque la calidad del menú era algo inferior (es lo que tiene estar en el centro de Brujas y no en una calle escondida como el primer día). Yo volví a pedir una sopa, porque están bastante buenas y ayudan a entrar en calor, de segundo pedimos lo típico: mejillones cocinados al natural (con cebolla, apio...) y patatas fritas. En Bélgica los mejillones son más pequeños que aquí, pero he de reconocer que son sabrosos y cocinados al natural están buenísimos; en cuanto a las patatas fritas... bueno... en los restaurantes son las típicas congelada, pero en Bruselas están de miedo si las compras en un puesto callejero. Por cierto, para beber pedimos vino y de postre una mousse de chocolate.

Después de comer ya podéis imaginar qué hicimos... seguir caminando. Estuvimos a punto de entrar en el Museo Dalí, pero nos dio un noséqué el pagar 8 euros por ver una pequeña parte de lo que se puede encontrar en España, de modo que lo dejamos. Fuimos de tiendas, entramos al ayuntamiento... y volvió a llover un poco fuerte, de modo que ya sabéis lo que tocaba... síp, tomar algo en un lugar calentito. Nos metimos en un sitio que se llama Caramelo y nos pedimos un panqueque mikado (eso es el crêpe natural con una tacita de chocolate caliente y otra con helado de vainilla) y un chocolate caliente, pero no os imaginéis el chocolate espeso como el de aquí, allí el hot chocolate es más bien un cola cao cargadito como los de toda la vida... una pena que no sepan hacer chocolate a la taza.

Cuando dejó de llover decidimos acercarnos a la Basílica de la Santa Sangre, pero estaba cerrada, al igual que la Iglesia en la que se guarda una madonna de Miguel Ángel... nos indignamos un poco porque es temprano aún, pero por lo visto las iglesias cierran en invierno y entre semana cierran sobre las 4 de la tarde... no estoy segura, pero estaba cerrado.

Caminando llegamos hasta el Hospital de San Juan (un museo donde en un antiguo hospital donde aún se conservan las salas con el mismo mobiliario y una farmacia), pero la entrada es un pelín cara, ha dejado de llover y preferimos seguir disfrutando de la ciudad en lugar de en un sitio cerrado. De allí llegamos a Het Stoofstraatje, que está muy cerca de nuestro B&B; se trata de una calle donde residen numerosos artistas de cerámica y encaje.

Entre unas cosas y otras oscurece por completo, son las seis y media y estamos algo cansados. Mapa en mano y justo al lado de nuestro B&B descubrimos que la fábrica de cerveza (muy pequeña, por cierto, pues apenas llama la atención) aún está en funcionamiento y tiene una de las cervecerías más antigua de Brujas The Halvemann o algo así... de modo que allá nos vamos, pero madición!!! hay un cartel de Gesloten - closed - fermer - cerrado!!!! Santi ignora el cartel, lo aparta y entra, pero llega hasta otro cartel donde pone bien claro que la cervecería cierra a las seis de la tarde... ahora sí que afirmo que si yo fuera de Brujas y viniera a España, me fliparía ver cómo el bar de cualquier barrio cierra más tarde de las diez de la noche.

Con un poco de mal sabor de boca y sin comprender cómo un pub cierra a media tarde, nos vamos a otra cervecería más moderna cerca de la plaza Markt, pero imaginad nuestra cara cuando llegamos, nos sentamos y al rato, al ver que no nos atienden, pedimos en barra y nos dicen que cierra a las seis y media!!!... un par de días más en ese plan y me hago alcohólica (a base de botellón en el hotel).

Viendo que nadie quiere darnos de beber y no nos apetece ir de restaurante, optamos por comprar unas hamburguesas del Quick e ir al B&B... al fin y al cabo el frío ha calado en los huesos, las calles están vacías, huele a cena en todas partes y ya es tardíiiiiisimo (jejeje), pues son las ocho de la medianoche.

DÍA 3. Despertamos más descansados que ayer. Desayunamos todo lo que Anne nos ofrece y dejamos el B&B. Está empezando a llover y Santi se encarga de guiarnos hasta la estación de trenes... a mi no me suenan las calles por las que calles por las que vamos... eso de ahí delante es la estación de buses... vaya... Santi se ha equivocado de camino y me enfado, lo reconozco, está lloviendo más y hay que desviarse por una avenida durante laaaaargos minutos, con el aire de frente, el paraguas y la maleta en mano... mujeres del mundo haced caso de vuestro instinto, nosotras sabemos interpretar un plano y reconocemos cuándo nos perdemos, los hombres tienen un extraño orgullo... será el recuerdo de cuando ellos se dedicaban a la caza y nosotras a la recolección, yo qué sé (sí caballeros os estoy metiendo a todos en el mismo saco!!! ;P)

Una vez en la estación de tren es fácil saber cuál coger, sólo hay que leer las pantallas. El trayecto a Bruselas dura casi una hora. Al llegar de nuevo a la Estación de Midi nos dirigimos a la boca del metro y sacamos un billete simple (1,20€) para ir hasta la parada Louiza/ Louisa y de allí caminando tres minutos llegamos a nuestro hotel: NH Stephanie, de cuatro estrellas y un precio formidable.

En el NH hablan español a la perfección, nos dan una habitación en el tercer piso y subimos a dejar las maletas. La habitación es de tamaño mediano, con un baño minúsculo pero completo (la puerta es de cristal con vinilo esmerilado de modo que no vayáis acompañados si no tenéis cierta confianza); también hay un ventanal enorme, calefacción regulable, escritorio, amenities (una caja de smint, un gel para lavarnos las manos en seco, etc), hervidor de agua (eso sí con sorpresa dentro: agua con motitas de polvo flotando... agh), dos camas juntas (esta vez sin nada para unirlas, de modo que cada uno en su lado y ningún problema), una tv arcaica pero con mogollón de canales, decoración elegante... y, como sorpresa añadida, mi compañera de trabajo Esther está hospedada en la primera planta!!!!!!

No penséis que fue una sorpresa real. Unas semanas antes de irnos de viaje me dijo que se había sacado unos billetes para visitar Bruselas un fin de semana y vimos que coincidíamos en la ciudad (os lo prometo), así que quedamos allí.

Desde mi habitación la llamé y quedamos en el hall del hotel. En Bruselas había salido el sol (no, no es una metáfora), de modo que decidimos ir caminado hasta el centro.

El NH Stephanie está a unos 30 minutos de la Grand Place, está en la zona de negocios de la ciudad, nuy cerca de la Avda Louise. Paseando pasamos por la plaza del pequño Sablo y la del Grand Sablon, nos compramos unas patatas fritas con mayonesa y llegamos hasta las galerías Hubert (una calle techada con tiendas terriblemente caras), desde ellas accedimos a la calle Bouchers, entramos en el callejón dónde está la Jeanneken piss, nos hicimos la foto de rigor (en cuclillas como ella) y de allí a la Bolsa, donde compramos un vino caliente de uno del os puestos del mercado navideño y nos lo acabamos bebiendo en la Grand Place mientras mirábamos cómo una novia llegaba al ayuntamiento para casarse (por cierto que hicimos varios posados detrás de ella, así que saldremos en su reportaje de bodas, jejeje).

Esther descubrió lo bueno que esta el glüweinn (su chaqueta también), tras esto nos atrevimos con un gofre, que compramos en la gofrería que hay cerca del Manneken pis y tocamos una escultura que dicen atrae la fortuna (a saber... por cierto que la manchamos de chocolate del gofre)... con todo esto se nos pasó la hora d la comida y sólo habíamos guarreado. Como necesitábamos algo líquido para digerir el gofre terminamos en la Mort Subite tomando una cerveza (probé la Maes, que es una bastante barata por cierto ye está muy suave). De allí nos dirigimos a la Catedral de St Michel et St Gudule, en la cual ya habíamos estado Santi y yo , pero como la recordábamos bonita llevamos a Esther. Esta vez la calefacción no estaba puesta (una pena, porque sale de unas rejillas del suelo y es una gozada ponerte encima), pero sí habían puesto ya la exposición de belenes del mundo.

Al salir de allí seguimos caminando y tengo un vacío en mi mente, porque ya sólo recuerdo que terminamos de nuevo en el Sablón, era de noche y caminábamos guiados por las luces de la calle, descubrimos unas ruinas como de un palacete y un jardín privado de una casa increíblemente lujosa, recuerdo que en esa zona de Bruselas los pasos depeatones estaban señalizados con unas líneas de luz fluorescente azul, que nos pusimos de pie sobre ellas y tenemos fotos como haciendo equilibrios... recuerdo ir tras una pareja de adolescentes que se estaban enrollando sobre un banco y cortarles el rollo... pero no os puedo decir dónde sucedió, porque no sabría volver a ese barrio... una pena diría yo.

Caminando, caminando pasamos por delante del museo de arte moderno, que está en la Place Royale (el centro de la parte alta de Bruselas) y desde allí volvemos a bajar hacia la Grand Place. Si alguna vez vais a Bruselas no os perdáis las vistas de la ciudad desde la Place Royale, sobre todo una vez cae la noche y los jardines se iluminan.

Una vez en la parte baja de la ciudad entramos a las Hubert de nuevo, donde hay un stand regalando globos amarillos promocionando nada más y nada menos que Alicante. Dentro de las galerías nos sentamos en una café para descansar un poco, ya que después nos iríamos directos a buscar un sitio donde cenar.

Como no podía ser de otro modo, terminamos en un restaurante de la calle Bouchers y como no tenemos hambre pedimos una olla de mejillones al natural con patatas fritas y ensalada para compartir. La cena transcurre entre broma y broma y miradas del camarero gilipollas que nos mira mal por haber pedido tan poco pero, sinceramente, nos da bastante igual. Al final no recuerdo bien a cuánto salió la cena, pero creo que a unos diez euros por cabeza.

No es muy tarde, las diez quizás, pero estamos cansados de tanto caminar y mañana hay que seguir turisteando, de modo que subimos al metro y volvemos al hotel.

DÍA 4. Hoy nos levantamos para ir a Gante, pero antes desayunamos en el bufete del hotel... la comida no es tan buena como la de Anne, pero es inevitable querer probar un poco de cada cosa, aunque ya os adelanto que el café está malísimo y el zumo que parece de piña es de pomelo en realidad.

Volvemos a nuestra querida estación de Midi y como ya sabemos el sistema de los trenes nos ubicamos en seguida. Esther, Santi y yo subimos al mimo tren, nosotros bajamos en la primera parada, Gante, a los 25 minutos más o menos y Esther sigue hasta Brujas. Hoy toca separarnos.

No describiré mucho sobre el día de hoy porque resultó un poco decepcionante... Gante estaba en obras al 100% y los edificios estaban llenos de andamios. Pero vayamos por partes, en primer lugar os diré que la estación de tren de Gante está bastante alejada del centro, de modo que lo mejor es coger un tram hasta el Palacio de Justicia. Los billetes podéis comprarlos en unas máquinas que hay al salir de la estación a la derecha o bien en el mismo lugar donde se sube al tram del Palais de Justice e incluso en el propio tranvía. La parada del tram que os llevará al centro de Gante está ala izquierda al salir de la estación, justo debajo de un puente o una especie de túnel.

El tram nos dejó cerca de Koophandels Plein y de allí caminamos hacia Koren Markt (que estaba en obras), vimos la Iglesia de San Nicolás, cruzamos la Emile Braunplein (en obras también), vimos el Campanario Municipal (Belfort) y la Sint Baafs Plein (esta ya estaba arreglada) desde donde fotografiamos la famosa Catedrás de San Bavón, a la que entramos (es gratis, por cierto) con la esperanza de pagar 3 euros y ver La Adoración del Cordero Místico de Jan Van Eyck, pero maldita nuestra etampa que estaba cerrado y nos conformamos con una réplica que había en una de las capillas.

Con todo se nos hizo la hora de comer, entramos a una franquicia de comida sana o algo así. Tomamos sopa y ensalada de tabulé. Después seguimos paseando. El días estaba nublado, pero no se atrevía a llover. Una vez que pasamos la zona de las obras vimos que Gante debe ser una ciudad muy animada en verano, pues es universitaria y está a medio camino entre la belleza de Brujas y el ambiente de Bruselas. La pega a parte de las obras es que era domingo.

Lo más bonito de Gante quizás sea el Graslei y el Korenlei, las dos laderas del río que antaño hacían del muelle de las hiervas y el muelle del trigo. Desde ambos muelles podemos ver las típicas casitas belgas, con sus colores rojizos y sus fachadas estrechas que acaban en pirámide.

De allí nos fuimos al Gravensteen, el castillo de los Condes de Flandes, que desde su construcción en 1180 ha tenido múltiples usos, desde militares a casa de la moneda, prisión, etc.

El resto de la tarde la pasamos caminando por la ciudad y cuando los pies no aguantaban más nos arrastramos hasta la estación de nuevo. Cuando llegamos a Bruselas fuimos directos al hotel, descansamos un rato y nos fuimos a despedirnos de la Grand Place. Para mí, esta plaza siempre representará Bélgica, desde el primer viaje que hicimos con Yoli, Guille y Nuria.

Le decimos hasta pronto al niño meón, compramos unos chocolates para nuestros familiares y olemos por última vez (de momento) todos los aromas de la calle bouchers... es así, entre una cosa y otra como llegamos a una pequeña joya de la que habíamos oído hablar pero no sabíamos encontrar...

En un estrecho callejón, con un jardín al final y un cartel entre antiguo y pintoresco, llegamos a una puerta de una cervecería llamada Royal Theater Toone. Resulta ser un viejo teatro con dos puertas discretas, al acceder ves que hay varias estancias y el ambiente es variado. Hay turistas, pero se mezclan con los nativos. Nosotros nos sentamos en la zona que antes era teatro de títeres, en un extremo de la pequeña habitación hay un escenario para marionetas y en la pared de enfrente unas viajas gradas de madera donde se sentaba el público. Del techo cuelgan muñecos caracterizados de los Reyes Católicos (Bélgica antes estaba bajo dominio español y a los niños, en lugar de asustarlos con "el coco", les decías "nene, cómete la sopa que vienenlos Reyes Católicos".

Santi no quiere irse de Bélgica sin probar la cerveza Kwak (dicen que la tradición es entregar un zapato al camarero como garantía de que vas a beberte y pagar esta cerveza, ya que la sirven en una copa algo peculiar) y yo, que aunque no lo parezca soy más de vino que de cerveza, pido un vino tinto.

Por último y visto que Esther no cenará con nosotros (Brujas la ha agotado), nos vamos ala Bolsa y pedimos una Türinger, volvemos al hotel y madrugamos para coger el bus que nos llevará de nuevo a Charleroi y de allí a casa. Parece que ha pasado una eternidad desde que nos marchamos y sólo hemos estado en Bélgica cuatro días, pues aunque allí los días sean más cortos y las noches más largas os puedo asegurar que un sólo día de los que hemos vivido vale por dos.

Si has logrado llegar hasta aquí y comprender tooooodo loque he escrito te felicito, eres mi héroe(ina). Lamento haberme enrollado tantísimo, pero ya sabes que este tipo de cosas siempre se escriben más para una misma que para el resto de la humanidad. Disculpa las faltas de ortografía, gramática... disculpa las frases o los párrafos incomprensibles y no hagas mucho caso de cómo están escritas todas las palabras en inglés, alemán, francés, flamenco...

En fin, ahora estoy sentada frente mi imac, este fin de semana está siendo tranquilo, pero ya hay algo que se está volviendo a despertar dentro de mí.. será el gusanillo de ver cosas, de ver gente, de escuchar, oler y tocar más allá de una ciudad que ya me sé de memoria. El mundo es muy grande y yo soy tan pequeña, que cruzo los dedos para poder seguir teniendo oportunidad de conocer otros países.

Gracias por llegar hasta aquí, pero aún nos queda mucho camino!!!!

11.14.2009

ÚLTIMAS LECTURAS

Hola gente a la que le colapso el mail o persona desconocida que has accedido sin querer a este blog.

Hace mucho tiempo que no escribo nada y, sinceramente, ahora mismo no me apetece empezar a colgar fotos vergonzosas (o quizás no tanto) de mis amigos... y eso que en los últimos meses he hecho una buena recopilación: turismo por nuestra propia ciudad con Cris y el Kala, Okoberfest de Calpe (con la pertinente secuencia de Mateo quitándose y poniéndose los pantalones y en gallumbos en la playa -tranqui colega, que eso no lo cuelgo, soy mala, pero no quiero denuncias por uso de imagen personal-), cumpleaños "sorpresa" de Raúl, excursión improvisada a las profundidades del pantano de Elche con Santi... lo dicho, muchas fotos que ya me animaré a subir un día, pero hoy no, que es el primer sábado por la mañana en mucho tiempo que tengo libre de obligaciones familiares y domésticas (jajajajaj, el pobre Santi no lo sabía y ayer ya se encargó él de limpiar la casa, juasjuasjuas!!!).

Y vosotros pensaréis : "joeeer qué triste que es la tía esta, que su sábado lo dedica a escribir en el blog", pues no, porque realmente estoy haciendo tiempo para irme a comprar unas cosillas al centro, hoy es el día de pasear solita por la calle y relajarse, que ayer fue un día duro en el trabajo... y qué narices! acabáramos! lo digo, total si la Rous lee esto que lo lea, voy a ver si encuentro algo bonito para su cumple, que fue la semana pasada y aún no la hemos felicitado en condiciones, porque su novio le regaló un viaje a Venecia (quién pillara un Senén!!! - sorry novios del mundo, pero es cierto ;P -) y la secuestró todo el fin de semana pasado.

En fin, que me apetecía escribir un poco antes de leer un capítulo más del libro que ahora me ocupa. No soy lectora de clásicos, de novelas serias y comprometidas, lo reconozco. De vez en cuando mi estado de ánimo me lleva a algún libro digno de ser comentado en público y debatido con auténticos lectores serios, pero qué os puedo decir... me gusta la basurilla y lo entretenido y este libro del que os voy a hablar es un poco de todo... incluso tiene algo de clásico.

¿Habéis oído hablar de "Orgullo y prejuicio" de Jane Austen? seguro que la mayoría habéis visto la peli... pues yo estoy leyendo "orgullo y prejuicio y zombis" de la Austen y el colega Seth Grahame-Smith. Lo cierto es que he visto menciones de esta novela en revistas como Squire y ha resultado ser el primero de una movida un tanto friki: escritores que cogen novelas clásicas y las reinterpretan con los mismos personajes e historias pero añadiendo un plus que bien pueden ser zombis (como en este libro) o vampiros o alienígenas...

En esta versión de "Orgullo y prejuicio", la dama Elizabeth Bennet es una auténtica mata-innombrables con una sed de sangre insaciable, educada en el arte de la guerra por los monjes de nosédónde y conoce al Sr Darcy, un tipo que primero le cae mal y luego le mola, que también es un mata-zombis experimentado... lo cierto es que la novela es idéntica a la original, pero de vez en cuando aparecen muertos vivientes que atacan las casas y los carruajes, pero lo mejor son los pensamientos de la protagonista, porque si en la novela de Jane Austen, Elizabeth es una mujer avanzada a su época (supongo porque no lo he leído realmente), en ésta cuando se enfada le viene imágenes de ella degollando al Sr Darcy y bebiéndose su sangre... la verdad es que es un poco gore...

En fin, os voy dejando, ya os he comentado mi última lectura y ya os hablaré sobre la próxima que tengo en mente: "El Bufón" de Christopher Moore, aunque de esta ya puedo adelantar que no será tan buena como "el ángel más tonto del mundo".

Un beso y que os den vacaciones!!

9.29.2009

VAYA TELA CON EL AYTO.



Pues sí señores, esto no es un montaje, ni una broma de mal gusto...Se trata de la nueva iniciativa del Ayuntamiento de Gijón para fomentar la igualdad social entre sus ciudadanos. Pero la forma... bueno, a la vista queda que puede resultar bastante ofensiva...

En fin, que la idea me parece interesante (normalizar a las minorías y sacarlas del adjetivo "diferentes"), pero ¿no resultará violento que te llamen imbécil sólo por ser hombre (las mujeres estamos excluidas del insulto según la creatividad) aunque nunca hayas manifestado una tendencia machista o racista?

Por supuesto siempre podemos atenernos a la máxima "no importa si hablan mal de mi, lo importante es que hablen" (o algo así).

Ale, ahí queda eso. Qué os den una pausa publicitaria!

9.23.2009

OKTOBERFEST 2009 -CALPE-

Del 1 al 12 de octuble se celebrará en Calpe la XXIII edición del Oktoberfest de Calpe, la fiesta de la cerveza más antigua y popular de la provincia. Durante estos días podremos beber auténtica cerveza alemana traída directamente de Munich, participar en numerosos concursos como el de levantamiento de jarras y escuchar música alemana.

Aquí os dejo un artículo que publicaron hace un tiempo el Las Provincias y explica en qué consisten estas fiestas:

"Al compás de la música germana y con una jarra de cerveza Paulaner bien fría en la mano, Calpe se adentra en la cultura alemana para celebrar la gran Fiesta de la Cerveza. Un evento, que a lo largo de sus 20 años, se ha consolidado convirtiéndose en la más importante que se celebra en toda la Comunitat Valenciana, y parte del territorio nacional pudiéndose comparar con las de Bilbao o Palma de Mallorca.

Así pues, la XX (hoy ya la XXIII edición) Oktoberfest calpina, organizada por el Carnaval Club Calpe en colaboración con el Consistorio, impregnará durante unos días al municipio de música, gastronomía, cultura y folklore alemán.

Se espera repartir entre los visitantes más de 30.000 litros de cerveza importada directamente desde Munich este año. En total, más de 20.000 personas podrán disfrutar de una fiesta importada a Calpe por un grupo de residentes alemanes que un buen día decidieron organizar estos festejos en la Marina Alta.

Los actos se desarrollarán en la carpa instalada en el Recinto Municipal de Actos y Ferias de la partida del Ràfol, que estará abierta al público hasta el día 13 de octubre, a partir de las 18 horas y en la que se ofrecerá cerveza Paulaner, música de los Steinsberger Party-Express y los tradicionales codillos y salchichas germanas.

Es más, la organización ofrece una salchicha “Frankfurt” gigante traída expresamente del este de Alemania

Consejos
Para acudir, lo más importante es dejar el coche en las inmediaciones del campo de fútbol y coger el tren turístico para desplazarse hasta el recinto.

Una vez allí, hay que buscar mesa y los más de 50 camareros atenderán sus sugerencias. Cerveza hay para todos y de todos los gustos. Al contrario de la Oktoberfest de Munich, en Calpe suele servirse la rubia malta en jarras de medio litro. No obstante, se puede pedir una jarra de un litro por 5 euros. El zumo de cebada negro o la cerveza sin alcohol, además de los refrescos, completan la oferta de la fiesta calpina.

Los licores ocupan un lugar importante y fundamental en la Oktoberfest. El Kümmerling es un aguardiente de hierbas para digerir mejor la cerveza.

La tradición germana dice que se tiene que coger el botellín, golpearlo varias veces sobre la mesa y beberlo de golpe. Quien deje el botellín en posición vertical después de beberlo, paga la próxima ronda.

El Kümmerling es importante, pero el Kleiner Feigling, o licor de higo, es imprescindible en este encuentro. Se bebe igual que el primero aunque con el un grito de guerra de fondo, “Zicke, Zacke, hoi, hoi, hoi”. Ésta es una de las primeras curiosidades con las que se encuentran los visitantes cuando llegan a Calpe para participar en la Oktoberfest. “Zicke Zacke” es un cántico de guerra muy utilizado en Alemania en estas fiestas. Una exclamación que también utilizan los alemanes en los campos de fútbol. Un clamor que simboliza que has sobrevivido a la Fiesta de la Cerveza."

Bueno y ahora que ya conocemos un poco mejor este evento yo me pregunto ¿vamos?

Ala, qué os den paulaner!!

heavenly hell

Hoy hemos (mi compañera de trabajo y yo) descubierto una nueva banda que nos ha llamado la atención, se llama L.a y su último álbum se titula "heavenly hell".

Por lo que he podido leer su blog, el cantante antes parece que iba en solitario, pero para este álbum ha reunido a cuatro personas más. Podéis entrar en aquí si tenéis curiosidad: http://heavenlyhelldiary.blogspot.com

Si me ha llamado la atención ha sido porque una de sus canciones ya la había oído y me gusta bastante, el vocalista tiene una forma de cantar (la voz, el tono..) que recuerdan a Chris Cornell y mucho muchísimo a Ed Vedder, lo cual puede ser un gancho para la gente o un inconveniente, ya que la música de sus canciones no es tan guitarrera.

Para mi gusto les falta un poco más de presencia a las guitarras y la batería y el teclado me carga en algunos momentos, pero claro, son gustos y si fuera como digo probablemente no estaría hablando de este grupo, ya que los consideraría una copia barata. De modo que si queréis escuchar algo de pop (a veces demasiado suave) y con algunos tintes a lo Eddy Vedder quizás os interese esta banda de Palma.

Ale, que os den unos acordes!

9.22.2009

SERIE "SAGA DE LA SANGRE"

Estoy contenta porque hasta hace un par de días tenía un pequeño problemilla... ¡me he quedado sin libros para leer! y ahora mismo estoy en uno de esos momentos de mi vida en los que no me apetece nada leer uno de las novelas que se compra Santi (Santi si lees esto no te ofendas, pero tus libros no suelen ser muy amenos).

El tema es que me queda muy poco de la novela "déjame entrar", que si os la cuento puede parecer una novela de terror (sí, de vampiros también), pero en realidad es una bonita historia sobre la mistad (nooooo, no me estoy leyendo el "pequeño vampiro"). Lo ha escrito un sueco que ahora mismo no recuerdo cómo se llama y se basa en la relación entre un niño de unos 11 o 12 años y su vecina, una chica (?) con un pasado un poco raro. Está escrito de una forma muy poco morbosa, sin las grandilocuencias de los escritores de novelas de terror comerciales. Desde luego, si tuviera que regalarle un libro a cualquier amigo me plantearía regalarle este aunque no le gustara el género.

Bien, pues como ya os he dicho estoy a punto de terminarlo y no sabía muy bien qué coger después. Estas vacaciones he podido ver una serie online (muuuy mala por cierto, pero aún así la he visto) llamada "Hijos de la noche", es una serie super corta, de dos temporadas y un final chungo a rabiar, pero me la tragué entera en cosa de una semana.

Un día investigando de dónde había salido suprema serie-caca sobre vampiros vi que estaba basada en una saga de libros llamada "libros de la sangre" de una tal Tanya Huff, así que me empeñé en conseguirlos, sobre todo tras leer que la autora los había empezado a escribir porque creyó que sería dinero fácil, ya que los aficionados a este tipo de novelas somos capaces de leer las mierdas más grandes sólo para tener algo que criticar (estoy hablando de novelas sobre vampiros), de modo que la mujer escribió cinco novelas sobre una detective medio ciega con un amigo policía y un vampiro buenorro que resuelven casos paranormales... estas novelas se vendieron bastante bien, la señora pagó sus deudas y ahora seguramente escribirá sobre temas que realmente le interesen.

Y a lo que yo iba... pues que me entró curiosidad sobre estas novelas y ya las he conseguido de por ahí, de la red y eso (ya que en papel están descatalogadas), de modo que si hay alguien interesado en que se las pase que me deje avise, porque están en word.

A la y tras este rollo os dejo para prepararme algo de cena. Qué os den colmillos!!

LOS HÉROES TAMBIÉN BEBEN LECHE


Para los que conozcan la serie Héroes aquí subo un anuncio que ha hecho la "animadora" en EEUU, para motivar a los jóvenes a beber más leche... no me pronuncio sobre el tema sólo lo comento (¿pero acaso las pelis nos mienten al mostrarnos a los americanos comiendo huevos fritos y bebiendo batidos de leche? seguro que lo habéis visto en más de un film).

NOTA: los que me conocéis sabéis que cada vez que escribo un post os llega un aviso a vuestro mail, por favor avisadme si queréis que os borre de la lista de correo, ¡¡quizás os esté petando el buzón de entrada!!.

Ale, ahí queda eso. Qué os den leche!

9.20.2009

COW PARADE






No sé si habéis oído hablar alguna vez de un movimiento artístico llamado Cow Parade (www.cowparade.com). A mi ha ido llamándome cada vez más la atención porque de vez en cuando en alguna de mis visitas a tiendas de regalos en el extranjero o incluso últimamente en alguna tienda de la provincia, he encontrado figuras de vacas (normalmente de porcelana) coloreadas de formas muy originales.

El caso es que desde que vi la primera me encantaron, pero jamás me he atrevido a comprar ninguna, primero por que las mejores las he visto cuando estaba de viaje y no me cabían en la maleta y segundo por su precio, que varía según el diseño.

Para que os hagáis una idea del rollo Cow Parade, comparadlo un poco con la moda de los toys (creo que se llama así...), los muñecos que se pintan con motivos variados y que podemos encontrar en cualquier tienda de comics.

Lo que más me gusta del movimiento Cow Parade es su internacionalidad y el hecho de que organizan una especie de festivales por las ciudades más importantes del mundo, donde artistas de todo tipo customizan su propia vaca (estas suelen ser de gran tamaño).

Por lo que he podido leer existen auténticos coleccionistas de vacas y cuando se trata de festivales Cow Parade, parte de los beneficios son destinados a ONG's.

Bueno, pues ya os he hablado un poco sobre esta nueva afición mía... estoy viendo la posibilidad de pedir mi propia vaca para customizarla yo misma, lo que no sé es si pedirlo online a EEUU o preguntar en alguna tienda de decoración... os seguiré contando cómo queda el asunto.

9.12.2009

¿Y QUÉ TAL PARÍS?

Es domingo y está jugando la selección española de baloncesto, de modo que mientras Santi ve el partido os voy a contar un poco sobre nuestro viaje a París...


Siempre nos quedará París... ¿cuántos textos sobre esta ciudad habrán empezado o acabado con la dichosa frase?.. en fin, si una cosa me ha quedado muy clara es que París es una ciudad muy bonita, muy grande, muy cara y en verano hace mucho calor, pero sobre todo os diré: no vayáis con la esperanza de encontrar la ciudad del amor, la ciudad de la luz, la ciudad más hermosa de Europa.. todo eso no son más que campañas de marketing por parte de Turismo. Ahora mismo voy a arrancar la tirita de cuajo, para que duela menos: París está sobrevalorada.

Volamos con Ryanair a medio día, creo que el miércoles 12 de agosto. El viaje, como siempre que hemos ido con esta chollocompañía, fue bien, no perdieron las maletas (sobre todo porque íbamos con equipaje de mano) y no se retrasaron. Aterrizamos en el aeropuerto de Charleroi, que está a una hora más o menos de París. Allí, nada más bajar, nos encontramos con que el aeropuerto es tamaño playmóbil, todo apelotonado dentro de una misma nave... Sin demora y sin ocasión alguna de perdernos (ya que está bien indicado y aquello muy grande no es), compramos los billetes de ida y vuelta para el bus Charleroi-París.

El bus nos dejó en el Centro de congresos (supongo que en París habrá más de un centro de congresos, pero este grande era...), concretamente en Porte Maillot, desde allí fuimos en metro hasta Louis Blanc, la boca de metro que quedaba justo enfrente de nuestro apartamento alquilado.

El apartamento lo alquilamos a través de Homelidays y todo fue perfectamente, aunque era gracioso escucharme hablar por teléfono con el propietario de la casa, ya que lo tuve que avisar de que habíamos llegado antes de hora... en cuestión de cinco minutos lo teníamos en la puerta del edificio dándonos las llaves.

El edificio estaba en un barrio obrero, de modo que delante de casa teníamos un ED (un DIA), varias panaderías, fruterías... genial para ahorrar y poder cenar en casa.

Decir, que en París, los edificios suelen tener códigos de entrada, así no tienen que usar llaves para el portal. Nuestro edifício era viejo como ninguno, las escaleras daban auténtico miedo (eran escaleras de caracol, mal iluminadas, paredes desconchadas, pasillos propios de una peli de terror), pero es que el ascensor era más acojonante aún... y nosotros estábamos en el octavo piso (el último), así que teníamos que cogerlo siempre... unos ruidos misteriosos, agujeros en el techo del cubículo, pintadas en el interior... pero el apartamento una maravilla, no os penséis, eh?.

El apartamente estaba pintado de no hacía mucho, parquet en el suelo, cocina pequeña pero funcional... la ducha un poco pequeña, pero por lo demás... a bueno, sí, estaba inclinado. No veáis el cebollón que daba nada más entrar!! de risa... Pero no importaba porque teníamos unas vistas y una terraza espectaculares.

No os voy a contar cada una de las cosas que vimos en París, ni todo lo que hicimos, pero sí señalaré varios puntos a destacar, buenos y mali, por si se os ocurre ir el agosto que viene:

- Para subir a la Torre Eiffel hicimos 1hora de cola detrás de un crío asqueroso que no paraba de dar por culo. Suele estar muy abarrotada de gente, pero las vistas son de escándalo, así que no os conforméis con ver la torre desde abajo. Hay que subir para ver todos los tornillos y tuercas que la forman... ufff, como se suelte alguno...

- La mejor vista de la Torre Eiffel la podéis encontrar desde Trocadero, ya que está en alto.

- El metro de París es sucio, viejo y huele mal. Algo bastante incómodo es que no existe una tarjeta de abono de varios viajes, sino que el abono de 10 son 10 tickets independientes que te venden a la vez (tontería suprema... pero bueno, te sale más barato que comprarlos de uno en uno).

- Notre Dame es preciosa, vale la pena hacer cola para subir a sus torres y ver las gárgolas de cerca, aunque da pena que algunas estén tan erosionadas por el aire...

- Si sois un poco macabros no os perdáis las Catacumbas. Son impresionantes... tantos huesos apilados... pero no es sólo eso, lo que más impresión da es saber que estás caminando por debajo de los túneles del metro, notas como a cada metro descendido baja la temperatura, hay tanta humedad que en algunas zonas se forman charcos de agua que cae del techo de las galerías... y agradeces que el circuito sea cerrado y no puedas pasar por varios pasillos oscuros que siguen entrecruzándose y formando un entramado de túneles, salas y pozos de agua a lo largo de kilómetro y kilómetros debajo de la ciudad.

- En L' Ille hay una plaza muy tranquila donde puedes sentarte a ver como los jóvenes juegan a la petanca (sí, a la petanca)

- Justo al lado de la escultura ecuestre que presida el Pont Neuf hay unas escaleras que bajan un parquecito precioso donde sentarte en el césped a ver cómo oscurece y el Sena se ilumina.

- Algo que no podéis dejar de hacer si vais en verano a París es comprar una botella de vino o de champán y beberla en la ladera del Sena acompañada de cualquier tipo de cena... allí lo hacen todos los jóvenes. Es lo que en España llamaríamos botellón, pero ellos son más "finos" y dicen "pic-nic".

- Si es la hora de comer y estáis cerca del centro Pompidou, lo mejor que podéis hacer para ahorrar es comprar un bocata y sentaros en la plaza de enfrente, donde siempre suele haber artistas callejeros actuando.

- A parte de Notre Dame, en París hay una iglesia preciosa y es San Eustaquio. Justo al lado encontraréis un centro comercial subterráneo enorme (en la superficie destacan los accesos en hierro pintado de verde -bastante feo-) y delante un parque donde hace años estaba el Cementerio des Innocents (hasta que desalojaron los cuerpos y los trasladaron a las catacumbas debido a la proliferación de enfermedades y la falta de espacio para enterrar a más gente).

- Si os gustan los barrios tipo Borne de Barcelona, os aconsejo Les Marais. Se trata del barrio gay y hay muchísimo ambiente y gente guapa, tiendas caras, cafeterías de diseño... es lo más pijo-moderno de París.

- Si tenéis muuucho dinero lo vuestro sería comprar en los Campos Elíseos... yo ahí ni miré.

- Algo que me defraudó un poco fue Tullerías... esperaba un parque más boscoso y frondoso, cuando lo que me encontré fue con una esplanada gigantesca forrada de césped, con alguna fuente y algunos árboles a los lados... aunque no puede decirse que fuera feo, sólo que hacía mucho sol.

- El museo del Louvre es un caos. Cierto que poseen obras espléndidas y es imposible visitarlo todo en un día (nosotros sólo vimos el ala denón: victoria de samotracia, giconda, venus de milo...), pero me parece una falta de respeto que organicen los cuadros como lo hacen. Hay algunos que resulta imposible apreciarlos pues están sobre otros a una altura impensable...

- Un museo que es maravilloso es el de Rodin, verdad queno entré al museo en sí pues lo visitamos el último día, pero sí estuvimos unas horas en el jardín, donde se exponen muchas de sus esculturas en bronce, y comprobé que allí si había sombra, rincones íntimos en los que perderse, tumbonas para sentarse y disfrutar del buen tiempo... y sólo por dos euros!!

- Sobre la comida francesa os diré que es imprescindible comer cualquier tipo de bollería, que los quesos son una pasada y de los sitios en los que estuvimos nos quedamos con uno de Montmatre, donde pedí una especie de parrilla variada de carnes y ensalada.

- Montmatre es un barrio muy bonito, pero imposible caminar por él en verano de la gente que había. El Sagrado Corazón es también precioso... sobre todo porque si subes andando todas las escaleras los ojos te hacen chiribitas.

En fin, seguro que me he dejado cosas por deciros (como por ejemplo que el batobus es una buena opción para navegar por el Sena y desplazaros de un sitio a otro), pero lo mejor es ir y que no os lo cuenten, porque ¿qué tal París? muy bonita, muy monumental... pero menos moderna que otras ciudades europeas.

Bueno, voy a ver si ha terminado ya el partido...