5.04.2010

AUNQUE PAREZCA MENTIRA EMPIEZA EL VERANO
















Pues sí, ya estamos en mayo y aunque esta semana haya empezado granizando y diluviando puedo decir y aseguro que doy por inaugurado el verano, así, de golpe y porrazo.

Empecé quitando el plumas de invierno, lo cambié al plumas de entretiempo y ahora ya he puesto la colcha de "casi verano"... pero no sólo eso, en Elche ya hemos sacado las mangas cortas y los tirantes, aunque aún podemos ver chaquetas y puntos. Es la estación que más me gusta, así se está a gusto, ni frío ni calor.

Para adelantar esa llegada del verano y del buen tiempo, este fin de semana pasado nos juntamos un buen grupo y nos fuimos a Almuñecar (Granada) a disfrutar de las playas y el tiempo de maravilla que allí hacía.

Casi cinco horas de viaje y el cansancio acumulado de toda la semana hacen que las últimas horas del trayecto sean larguíiiiiisimas, pero gracias a Raúl cenamos aún llegando al hostal algo más tarde de las once de la noche, porque tubo la previsión de cocinarse una tortilla y varios montaditos de las sobras de su nevera (gracias!!), remojamos el gaznate con un vino comprado en la gasolinera y salimos a tomar una copa por el pueblo, que está en fiestas. En mayo se celebran "las cruces" y aunque no sé muy bien en qué consiste, había gente vestida de flamenca, niños con cruces adornadas con flores y hechas con macarrones... muy bonito, oigan.

El sábado lo dedicamos a tomar el sol en la playita de cantos rodados... Lluis y Pablo se dan cremita, Javi mira las olas deseando que suban un poco más para poder hacer surf, Raúl y Nuria nos traen cervezas y Santi y yo nos resguardamos del sol bajo la sombrilla de Carrefour.

Comemos y bebemos roscas y tapas típicas de Granada, paseamos por las calles empedradas del pueblecito... por la tarde alguien nos dice que en la playa de la Herradura hay buenas olas, de modo que nos vamos para allá en coche, está a cinco kilómetros, hace aire y el oleaje es bastante fuerte, aún así no hay olas para que Javi haga surf, de modo que nos tumbamos en el césped, bajo las palmeras, a ver cómo la espuma del mar nos salpica (qué bonito, eh?).

El domingo hace mucho más calor que el día anterior, pero aún así decidimos no ir a la playa y dedicar unas horas a subir a un peñasco sobre el que hay un mirador con una cruz. Las vistas son muy bonitas, pero el cansancio y el sol se notan, de modo que, con la garganta seca, nos acordamos de Mateo y su pueblo de origen: Motril... su voz resuena en nuestras cabezas (o serían las olas del mar?)... el caso es que no paramos de escuchar: "si vais por Motril probad la leche rizada" ... así que allá nos vamos.

Motril está a un poco más de media hora de Almuñecar, nos dirigimos allí siguiendo el Mercedes de Javi, Lluis y Pablo (guiados por Tomasa, su GPS cabronazo que se empeña en llevarlos por acequias).

En Motril, frente al camping y en plena playa, hay un restaurante donde nos damos un homenaje impresionante a base de cerveza fresca, pescado y ensalada... jamás volveremos a comer un pescado como ese... mmmmmmm.... Tras la comilona y un breve descanso en un oasis de palmeras junto la arena nos vamos al centro de Motril a hacerle caso a Mateo, de modo que aparcamos justo al lado de una heladería y probamos la leche rizada... por dios, que cosa más dulce!!. La leche rizada es como la leche merengada, pero en lugar de llevar sacarosa lleva azucar, lleva más canela y es espesa como el yogurt.

El fin de semana se acaba, de modo que nos separamos, Javi, Lluis y Pablo se van para Granada y Nuria, Raúl, Santi y yo nos volvemos a la realidad... En Elche hoy hace frío, hay que trabajar y aguantar el tirón, quedan cinco días por delante hasta que llegue el viernes noche, pero aguantaremos porque somos duros.

A los que estáis aquí un abrazo y a los que estáis fuera un beso y un abrazo... cómo me gusta compartir mis días con vosotros!!!!! (aunque sea por mail) Aleeee, que os den sol, arena y helado de pistacho!!!

PD. El hostal en el que nos quedamos era genial: viejo, pero limpio, barato (18 euros por persona la noche), céntrico, desayuno incluido y amables. Se llama Altamar y está recomendado por la Lonly Planet. Lo digo para los interesados.