11.14.2010

UN CLÁSICO: CHRIS ISAAK

Hace ya muchos meses que no actualizo el blog... el maldito facebook es más rápido y requiere menos esfuerzo... De todos modos quiero hablar sobre uno de los mejores conciertos que he visto nunca: el concierto que Chris Isaak dio en el Festval de Jazz de San Javier este verano pasado.

Cuando Esther y yo decidimos comprar las entradas del penúltimo concierto de Chris Isaak en España nunca pensé que fuera a ser así. Siempre he tenido la impresión de que Chris Isaak era un dinosaurio en las últimas que gustaba a mujeres que se ponen camisas de cowboy y vaqueros de cintura alta, siempre he asociado a este señor con "Wicked Game" como mejor y única canción buena de su repertorio... Hoy puedo decir que soy fan.

No sé si habéis escuchado "Club de fans de John Boy" de Love of Lesbian, pero yo me sentí como en esa canción. El trayecto hasta San Javier (Murcia) dura casi una hora desde Elche y en el coche sonaba un grandes éxitos de Chris Isaak. Lo cierto es que ni Esther, Abel, Santi o yo le prestábamos demasiada atención y en mi cabeza deseaba que hubiera barra de bar en el recinto del concierto. Os aseguro que cuatro horas más tarde volvíamos por el mismo sitio, escuchando las mismas canciones, pero con un sentimiento muy diferente. Volvimos embelesados por el magnetismo de Chris Isaak, admirados por su voz y cautivados por la personalidad que transmitió durante el show.

Entramos al teatro descubierto y nos tocó primera fila, fuimos al bar y compramos unos megavasos. Se apagaron las luces y de un lateral salió Mr Isaak vestido de la forma más estrafalaria posible, cual Elvis en sus mejores momentos de Las Vegas... el público se puso en pie, gente de todas las edades (aunque la mayoría de treinta y pico o cuarenta) gritaba entusiasmada, la primera fila se convirtió en tercera, pues la gente se iba acercando en tímidas avalanchas al escenario, seguridad se esforzaba por evacuar la zona y mantenernos en nuestros sitios, hasta que Chris Isaak cortó una canción y dijo a los seguratas que dejaran acercarse al público.

Muy cerca, tanto que era inevitable ser cómplice de la confianza de los músicos del escenario, se miraban , se reían, hacía coreografías con las guitarras, gastaban bromas y contaban chistes. My Isaak incluso bajó del escenario y fue subiendo las gradas para acercarse a su público, abrazaba a las señoras, se hacía fotos y no perdía el ritmo de lo que cantaba.

Flipados, nos quedamos flipados y saltamos y botamos y nos emocionamos con los temazos.

Sin duda uno de los mejores momentos de este verano pasado. Si podéis dadle una oportunidad a este artista, porque os gustará.