Indudablemente lo mejor de la vida es estar en buena compañía. Ya podemos tener el coche más caro, la piscina más grande o un jet privado, que si no tenemos con quien compartirlo no seremos ni la mitad de felices de lo que potencialmente somos capaces.
Estar con gente que te quiere y a la que quieres, estar cómodos con los silencios y felices con las charlas, sin cuestionar durante ni tan siquiera una milésima de segundo el compromiso y el feeling que se crea con cada risa... eso es bonito.
Hoy me he levantado pensando en lo rápido que ha pasado este puente de semana santa. Siempre quiero hacer más cosas, pero me temo que no soy capaz de desdoblarme y hay personas con las que me gustaría haber estado pero ha sido imposible. Aún así hoy siento un cansancio feliz...
Cenas en The Rat, cervezas con los Zuriqueses, música en Mandrágora... y aquí unas fotos del domingo de resurrección en Jávea.
Para los que estuvieron un beso y para los que no vinieron un escarmiento y que se apunten el año próximo!!! Qué os den caramelos!!!
