1.09.2011

DÜSSELDORF

Se me acumula el trabajo y no me apetece nada de nada escribir, pero haré un breve resumen de cómo fue nuestra escapada alemana a la ciudad de Düsseldorf con Yoli, Guille e Iván.

Un viernes a las 15:30h, si no recuerdo mal, subimos a un avión de Ryanair que aterrizaría casi 3 horas después en el aeropuerto de Weeze, lo cual es una gran putada si llegas (o te vas) a horas que no hay buses hacia Düsseldorf, porque resulta que sólo hay a estas horas:




Nosotros no tuvimos problemas porque viajábamos en buenas horas, pero teniendo en cuenta que del aeropuerto a la ciudad hay casi 80 Km... es un poco rollo.


Sobre las cinco de la tarde estábamos en el Hotel Europa Düsseldorf... la verdad es que nos salió muy muy barato (creo que a poco más de 20 euros por persona la noche en habitación doble) y a demás entraba el desayuno, que estaba bastante bueno y tenía variedad.


La ubicación del hotel era correcta, quizás un poco lejos del casco antiguo, pero muy próximo a la estación de tren y bus (unos 10 minutos) y tenía cerca alguna parada de tram, lo que facilita las cosas.


La atención fue genial, los recepcionistas eran muy majos, eso sí, no esperéis un hotel moderno, los muebles de las habitaciones son de Ikea,  pero aún así el ambiente respira sobriedad, austeridad y un rancior que bien puede entenderse como "exótico" (hay que ver las cosas buenas...). La cama era aceptable, aunque el lado de Santi se rompió y a media noche aparecía en el suelo enmoquetado y con leve olor de polvo, la ducha era super antigua y en el baño hacía frío y el televisor era parecido a los de nuestras abuelas (sí, aquellos que eran en blanco y negro).


En cuanto a si te estás planteando visitar Düsseldorf... yo creo que vale la pena para un fin de semana o como ciudad puente para visitar otros puntos de Alemania. El casco antiguo es muy pequeño y con encanto, hay diferentes barrios y vale la pena pasear por la zona nueva (donde está la zona de negocios).


Cuando llegamos, y tras comer en la habitación del hotel, Santi y yo salimos a pasear hacia los edificios de Frank Gerhy (unos edificios de formas orgánicas y revestidos con un material metálico que refleja la luz de una forma espectacular y hace que tengan un aspecto diferente en cada momento del día).


Paseando por la ladera del Rin nos llamó Iván, un amigo de Yoli y Guillermo, que llegaba en otro vuelo. Como no nos conocíamos tuvimos algunos problemillas para encontrarnos... sobre todo porque yo soy muy mala dando indicaciones en una ciudad que no conozco y le di una dirección algo lejana a dónde realmente estábamos... pero bueno, al final y bajo la lluvia nos encontramos y nos fuimos a tomar unas cervezas, cenar salchichas y bretzel y hacer tiempo hasta la llegada del resto del grupo, que nos llamaron a las 10 de la noche.


Düsseldorf es conocida como "el bar de Europa" o "la barra más larga del mundo" porque allí aún permiten fumar en muchos sitios y hay una cantidad inimaginable de bares, cervecerías, restaurantes... generalmente todos ubicados en el casco antiguo. Tienen terrazas con estufas y la gente sale a la calle a beber y se arman unos follones impresionantes.


El sábado madrugamos preparados para recorrer Düsseldorf, visitar la zona que Santi y yo ya habíamos visto el día anterior, subir a la torre de televisión (un pirulí altísimo y con unas vistas geniales), pasear por el casco antiguo, ir al aquazoo...


Lo cierto es que ha pasado tanto tiempo desde que fui que ya no recuerdo exactamente el orden de todo lo que hicimos, pero os aseguro que esta ciudad da para mucho más de lo que en un principio imaginamos. 


Os anoto varias ideas que pueden ser de interés: 


- Existe una tarjeta turística que vale la pena porque no es cara y te permite utilizar sin límites el transporte público (tranvía), entrar en el aquazoo, subir a la torre de tv y no sé qué más.
- Comer es como en España, se puede comer muy barato si se pide menú ejecutivo (9 euros dos platos, bebida y postre) y beber cerveza también es parecido a nuestro país.
- Allí la cerveza típica es la Alt, una cerveza tostada bastante amarga, pero que superado el primer sorbo está bastante buena (también hay "pils" -rubia-). 
- Vale la pena hacer el recorrido en barco por el Rin, sobre todo con buen tiempo, porque durante el trayecto hay barra libre y puedes beber lo que quieras (así que el precio del billete es rentable, además las vistas son muy bonitas).
- El aquazoo es bastante chulo, hay una zona de clima tropical y tienen caimanes, aves... sueltos en una zona a la que puedes acceder para pasear.
- El tram es como el metro y resulta cómodo.
- Hay una zona que no recuerdo cómo se llama (Yoli si lees esto ayúdame!!!), pero es muy bonita y tranquila. Queda cerca de las ruinas de una fortaleza y es un barrio residencial con casas bajas, jardines... es parte de Düsseldorf, pero parece un pueblecito a parte. Desde las ruinas hay unas vistas formidables del Rin.
- La gente con la que tratamos fue muy agradable (excepto un camarero estúpido que nos sirvió muy mal y se cobró él mismo la propina), sobre todo en el museo del teatro, que fuimos y al estar cerrado y haber una fiesta privada, nos invitaron a una copa y ya de paso nos quedamos a un concierto...
- Las cartas de los restaurantes a los que entramos no están ni en español ni en inglés... allí alemán, alemán y alemán... Santi y yo que somos los que no hablamos idiomas nos comunicábamos con nuestro rudimentario inglés y algo de mímica... la gente te entienda perfectamente. El idioma nunca ha de ser un impedimento para viajar y a demás, al final siempre acabas aprendiendo alguna frasecilla que usas mil veces y quedas la mar de apañao.


Este fin de semana fue realmente divertido y nos lo pasamos muy bien, supongo que si juntas el habernos reencontrado con unos amigos a los que no vemos demasiado, haber conocido gente nueva y estar en una ciudad tan acogedora y atractiva como Düsseldorf hacen que todo acabe con buen sabor de boca.


Santi y yo nos quedamos hasta el lunes por la tarde y nos dio mucha pena despedirnos del resto del grupo... esperamos poder repetir pronto, aunque de momento parece que vamos a dejar escapar la oportunidad de ir con ellos a Viena y a Berlín... jopeeeee.


En fin, creo que voy a subir ya algunas fotitos para ilustrar un poco cómo es Düsseldorf, a ver si poco a poco deja de ser conocida sólo por su feria de calzado y adquiere más valor turístico.