12.19.2007

Ya estoy aquiiiiiiiiiiii

Hola! soy una nueva persona... sí señores: me he hecho adicta al "vin chaud"... mmmm qué rico y calentito está...

¡pero vayamos por partes!

sábado. 03:00h de la madrugada: me levanto pensando "joder, qué sueño... pa dos días en Bruselas no voy"
sábado 04:00h.: nos reunimos el grupo de expedición: Santi, Yoli, Guille, Nuria, Nati y yo.
sábado 0500h: después de organizarnos en los coches para ir al aeropuerto por fin llegamos a la terminal... el mostrador ya está abierto y una chica que se llama Nuria nos factura la maleta (sólo Santi y yo llevamos una maleta para los dos... nuestra intención es traer todo el chocolate que podamos)

resumientdo... que subimos al avión de Ryanair y llegamos a Bruselas, al aeropuerto de Charleroi, en casi tres horas.

Para ir de Charleroi a Bruselas (está a 47Km) nos sacamos un billete de id y vuelta en el bus de Terravision (eso cuesta casi tanto como el vuelo: 20 euros... barato, barato!)

El bus nos deja en 45 minutos en la estación de trenes de Midi (sí, como la musiquilla) y desde allí caminamos 15 minutos hasta el hotel Aristote.

A ver, el hotel: pues las habitaciones son enanas (sobre todo las dobles -las twin son un poco más anchas-) y el aseo da un poco de "cosa"... está bastante viejo y en el techo hay manchas de humedad, las baldosas están enegrecidas y la cortina de la bañera... perdón: de la minibañera, tienen vida propia.

A parte de eso, la cama me pareció bastante cómoda, igual es porque la cogíamos con ganas, el suelo es de madera y la tele es de las chiquititas sin mando.... pero como la habitación es enana pues apenas tienen que incorporarte para cambiar de canal. ¡si es que está to pensao'!

El personal del hotel es agradable y hablan inglés, el desayuno está bastante bien: pan de dos tipos, fiambre, huevos, zumos de sobre, fruta, cereales, leche... y tal.

En cuanto a la ciudad... bueno, Bruselas es bonita (no tanto quizás com otras ciudaddes europeas, pero tiene encanto), pero no deja de ser una ciudad para visitar dos días. Yo tenía miedo de quedarme con ganas de ver más cosas o con esa sensación de "no he visto nada", pero os aseguro que nada de eso...

El sábado nada más llegar y hospedarnos caminamos hasta la Grand Place, está a 15 minutos del hotel. Es una plaza preciosa!! sobre todo en navidad: está llena de abetos adornados, por la noche ofrecen un espectáculo de luces y ópera desde la fachada del ayuntamiento... increible la verdad. Detrás de la Grand Place está el edificio de la Bolsa, donde en estas fechas ponen un mercado navideño... nosotros comimos aquí: una salchicha alemana de esas enormes, un vaso de vino caliente (es un vino tinto con canela, clavo, azucar y demás especias) y un chocolate calentito... mmmm!!

Luego la tarde nos la pasamos de cervecería en cervecería: la mort subite, delirium tremens... esta última fue la que más nos gustó: el domingo repetimos!.... y claro, nos pedimos varios tipos de cerveza para catar un poco de todo.

Entre cerveza y cerveza visitamos el museo de la cerveza que hay en la grand place... la verdad, no vale la pena... es pequeño y poca cosa (cuatro alambiques y una película larguíiiiisima sobre cómo se hace cada tipo de cerveza), lo mejor es que al final te "invitan" (lo pagas con la entrada) a una cerveza: o rubia o negra.... y en el local hace un frío que te mueres.

El sábado también visitamos la catedral... muy bonita por fuera y preciosa por dentro... además es el lugar ideal para no pasar frio... si Dios existe está en las catacumbas de la catedral (de unas rejillas en el suelo salía aire calentito)

Con todo esto se nos hizo la hora de cenar y tras pasear por la calle Bouchers (una calle repleta de restaurantes donde exponen el marisco en las puertas y el camarero intenta convencerte para que entres a su local) entramos a un restaurante donde pedimos lo típico de Bruselas: mejillones -con verduritas y al vapor- con patatas fritas y ensalada de gambas... muy, muy bueno, y de postres.... ¡helado!

Y a las once de la noche... fritoos!... dormí de un tirón, para levantarme a las 8:30h, desayunar a las 9:00 (y de paso robar bocatas del desayuno para comer por ahí)

Coguimos un tranvía y luego un metro hasta llegar al atomium. Impresionante!! es increible ver cómo te vas acercando y se va haciendo grande, grande... parece una nave espacial en medio de un bosque.

La entrada nos costó 6 euros, puedes enseñar cualquier tarjeta y decir que eres estudiante, ni las miran y te ahorras pagar 9 euros.

Por dentro el atomium es curioso, las exposiciones a penas me interesaban, pero sólo el hecho de subir por los tubos del átomo mola la experiencia y en la última bola hay un mirador y un restaurante. Si algún día vuelvo comeré en el restaurante... bufet de 15e con unas vistas de miedo.

Luego caminamos hacia el palacio real y la torre funeraria de constantino noséqué... el parque es super verde y frondoso... más que un parque parece un bosque, el palacio es del montón... uno más al que no puedes entrar porque si no te encuentras al rey en gallumbos. De aquí fuimos a ver la torre japonesa, pero está de obras así que dimos la vuelta y nos fuimos a Notre Dame Du Laeken, una iglesia gótica que tiene en la parte de atrás un cementerio precioso... inevitable entrar.

Desde aquí cogimos el metro y nos fuimos a les marolles, un barrio popular dnde los domingos ponen un mercado de antigüedades, lo malo es que cuando llegamos ya estaban recogiendo, pero aún así pudimos entrar en un par de tiendas de ropa de segunda mano y tomar un vino caliente en una cafetería donde conocimos a María, una camarera que hace años que vive allí.

Caminando a -2ºC uimos a Le Sablon, el barrio pijo de Bruselas... las tiendas más caras, los adornos navideños más currados, los hoteles más exquisitos (el Hilton entre ellos)... de mirar y no tocar.

Algo que me gustó de Bruselas es que cada dos pasos hay una furgoneta de gofres, vino, café, patatas o caracoles para vender y calentar el cuerpo... el domingo me comí un gofre riquíiiisimo: son más blanditos, dulces y tiernos que los españoles.

Mi gula me llevó a comprar también un cucurucho de patatas fritas con mayonesa... me defraudaron un poco, no sé qué me esperaba... había oido tanto sobre las patatas fritas... son patatas fritas normales, un poco más gorditas y algo más tiernas por dentro que las que comemos aquí... lo mejor: la mayonesa. Tiene un toque como a mostaza y está buena.

Como veis fuimos a comer y beber prácticamente, pero vale la pena. Al fin y al cabo viajar no sólo es caminar como locos haciendo fotos a monumentos (lo hice también... y un video!).

En definitiva Bruselas dos días es de lujo. La próxima vez iré más tiempo y me desplazaré hasta Brujas.

En cuanto a mi próximo viaje... he visto un billete barato a Liverpool... no sé, no lo descarto. Miraré y en brreve espero tener algún nuevo objetivo.

2 comentarios:

yolicn dijo...

Hola M:
Mola tu resumen del viaje, todo correcto....sólo una puntualización: el dueño del museo de la cerveza era un poco gili, mira que insultar mi bello pueblo, snif, snif, mi orgullo herido por un emigrado a bruselas, que hasta no sabía ya hablar bien el español....

abrakadabra dijo...

mmmm... cierto!

el dueño del museo de la cerveza era gilipollas.