11.10.2008

¿Y MI CASA DÓNDE ESTÁ?






Los que me conocéis estáis cansados de escuchar cómo me quejo de lo lento que va todo, de lo lioso que son algunas cosas... pero aún así aquí estoy, hablando de lo único que ocupa mi tiempo libre en estos momentos...LA REFORMA DE MI CASA...

A los que estéis pensando en reformar os diré que trabajar con un constructor tiene múltiples ventajas: él se ocupa de los albañiles, los carpinteros, los pintores... él se encarga de conseguir precios sin IVA, descuentos... él te aconseja (bien o mal... eso es otra historia), él siembra la duda en tu mente, él te llama más que tu novio, te busca hasta debajo de las piedras, presiente tu miedo y sigue llamándote... es un acosador. Pero no creáis que siempre es así... no, para nada... es como un amante. Al principio todo son llamadas y atenciones, pero conforme pasa el tiempo esas llamadas se van distanciando y te comunicas con él por mail... lo buscas y no lo encuentras, lo llamas y no responde... te desesperas, te agobias (aún no he llegado a tanto, pero tooooodo llegará) y cuando ya nada te importa y crees que lo mismo da un ladrillo del 7 que uno del 4... te llama. Sí, te llama y te pregunta mil cosas y te llena la cabeza de asuntos pendientes y crees que tu casa va a ser como "cube" que las paredes se van a mover, que habrá trampas en las habitaciones, que él estará escondido debajo de la cama y te apuñalará cuando estés casi dormida... Sí, trabajar con un constructor es entretenido, porque o te sientes demasiado respaldada con su presencia o te sientes más sola que la una... pero todo va bien, tooodo va bien... Nuestra obra acaba de empezar como quien dice, las paredes están levantadas y son un montón de ladrillo y cemento, esta semana dice nuestro constructor (ÉL) que quiere marcar dónde van los enchufes y esas cosas, pues qué bien... sólo queda hacer la instalación eléctrica, la instalación de fontanería, enlucir, chapar, pintar, poner el laminado, montar la cocina, poner los silestones de las encimeras, poner la carpintería de aluminio, poner las puertas, lacar las puertas, poner los cristales... amueblar, poner electrodomésticos, llenar la nevera y entrar a vivir... sólo queda eso y nada mas.

Paciencia...

Sí, paciencia... hay días que tengo más paciencia que otros y casi siempre me lo tomo con humor... pero qué difícil es tenerlo ahí y no poder ponerte tú misma a poner ladrillos...

Estamos teniendo suerte, porque las medidas del plano casi no difieren de las reales... Cris es una máquina... ella es quien nos ha hecho la distribución. Sé que cuando todo termine el resultado no será el que ella tenía en mente... pero bueno, espero que no se muera cada vez que entre por la puerta, estoy segura de que a ojos ajenos vamos a hacer auténticas barbaridades... al fin y al cabo ya es bastante difícil ponernos de acuerdo entre nosotros com para inentar contentar a la familia, los amigos... En Santi y yo al final casi todo se queda en un "ni pa ti, ni pa mi" o en un "esto lo eliges tú y esto yo"... pero qué difícil es quedarte callado cuando tu pareja pretende poner algo que detestas... es imposible, así que antes de tomar cualquier decisión siempre hay una laaaaaaaaarga conversación de pros y contras, de descartes... divertido al principio y al final siempre un : "me da igual, no me voy a morir por tener los cajones de los armarios sin expulsores"... un show.

Lo bueno de ser obsesiva es que antes de tener tu casa ya tienes los muebles que van dentro... es vergonzoso... sí, lo sé... me da vergüenza decir que tengo la aceitera y la vinagrera pero que aún no tengo cocina, o decir que ya hemos dado la entrada del sofá y aún no tenemos salón... pero qué se le va a hacer... soy obsesiva, me obsesiono con las cosas, las miro, las analizo, la vuelvo a mirar, busco, comparo... y al final dejo de obsesionarme si logro llegar a una solución. En este caso la solución era dar la entrada del sofá... Y cómo no, registrarme en la web del fabricante, ir a mil sitios buscando sofás del color que queremos... adjunto unas fotos del modelo que hemos elegido para que no se me pierdan y poder mirarlas cada 20 minutos, porque ahora tenemos que decidir el color que tendrá... ¿negro o rojo? ¿y si el rojo no es rojo sino granate?... supongo que al final será rojo... qué bonito sería que fuera blanco... qué bonito sería que el blanco no se manchara... ¡¡qué asco ya!! el que sea, me da lo mismo... si total te sirven los dos para lo mismo, no? aishh... pero tranquilos, que no estoy agobiada ni nada, es mi forma de ser.

Cuelgo también un par de fotos de las sillas que tenemos vistas. Se llaman JAM y son de Calligharis (o algo así), aquí íbamos a elegirlas rojas, pero creemos que al final nos decantaremos por el blanco, que es menos llamativo y están chulas... pfff... a saber si al final nos vamos a sentar en sillas de playa, pero como soñar es gratis ahí van las fotos.

Tengo ganas de tener la casa terminada para invitar a nuestros coleguitas a cenar... y cocinar en nuestro horno pirolítico!! (qué chorrada, eh? si es un horno normal...)

ale, ahí queda este post extraño... a ver si mañana cuelgo las fotos del verano, que a este ritmo volverá el verano y yo seguiré sin colgarlas...

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